viernes, 26 de septiembre de 2014

Puede el cine curarnos? Patch Adams y la historia de Norman Cousins



Recordando al inolvidable Robin Williams en una de sus mejores interpretaciones, Patch Adams, cuenta la historia del médico que curaba a través de la risa. Pero que hay de cierto atrás de ello? Puede realmente curarnos la risa y de qué manera? Y más aún: el ver películas de risa puede hacer algo por nuestro salud?

La historia de Norman Cousins nos revela el poderoso efecto de las películas de risa. Cousins, quien era periodista político, escritor y profesor, y quien trabajó como profesor adjunto en la Escuela de Medicina de la Universidad de California (UCLA) en Los Angeles, no solo realizó su investigación sobre la bioquímica de las emociones humanas en esa universidad, sino que vivió en carne propia los efectos de las emociones. 

Aquejado por una enfermedad de la que le habían desahuciado, espondilitis anquilosante, una forma de artritis que afecta las articulaciones de la columna vertebral, y después de haber estado hospitalizado, situación que según él, le hacía deprimirse aún más, y rechazando la posibilidad a la que le habían condenado, de permanecer prácticamente en estado vegetativo, decidió "darse de alta" e iniciar su propio tratamiento en la comodidad de su casa: viendo películas de risa y suministrándose a sí mismo altas dosis de vitamina C.

En su libro autobiográfico Anatomía de una enfermedad, Cousins relata también el ejercicio de autorevisión personal, en el cual encontró lo que el consideró la causa de su padecimiento: un viaje en el cual había sido "maltratado" por uno de sus anfitriones, de ahí que surgiera su interés por la manera en que las emociones afectaban al cuerpo.

Cousins, rehuyó por varios años, según él describe a publicar su autobiografía, por miedo a alentar falsas esperanzas en otras personas en condiciones similares y sabiendo que un caso aislado tendría poca relevancia en los archivos de la Medicina, pospuso por varios años su publicación.

No obstante, la forma en cómo se trató a sí mismo, constituye un relato relevante pues sabemos que mientras los estados de ánimo negativos como el enojo, la ira y la tristeza tienen efectos negativos en nuestra salud, los estados de ánimo positivos contribuyen a nuestra salud de manera positiva, y específicamente la risa tiene efectos positivos en el sistema inmunológico, pues la simple expresión o gesto facial de la misma envía señales a nuestro cerebro y este a su vez al resto de nuestro cuerpo. 

En personas con dolor crónico, sabemos que el encontrar fuentes de distracción alternas al dolor, reduce la percepción del mismo.

Por lo que si bien no es lo único, valdría la pena incorporar la cineterapia como recurso terapéutico y en general, como una forma de lidiar con el estrés y el ajetreo cotidiano.


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2 comentarios:

  1. Felicidades por la entrada.....mi nombre es Juan Carlos Glez, y como psicólogo clínico también apuesto por el cine como herramienta. No es nada nuevo, el poderoso influjo que ejercen las imágenes o las buenas historias en nuestro sistema límbico, para bien o para mal, incluso en alguna investigación creo que se ha utilizado la música y una película de comedia para evaluar las emociones positivas con las que comenzamos el día y cómo influyen en las siguientes horas.
    Actualmente existen muchas terapias, herramientas, y técnicas en psicoterapia, que buscan conectar con las emociones del otro, ......creo que el cine puede lograr esto de manera muy efectiva. Y pude ser un medio tan bueno como cualquier otro, siempre en buenas manos, de un profesional formado y serio. Felicidades y un saludo.

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    1. Hola Juan Carlos, había desatendido el blog y por eso leo apenas tu amable comentario :) Muchas gracias

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